Comisario de Guerra, Diputado provincial y Alcalde de la Ciudad de Eivissa de 1887 hasta 1891.
Nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Eivissa en el año 1871 "por cuanto viene proporcionando desde mucho tiempo trabajo y subsistencia a gran número de familias de esta Isla por medio de la explotación de varias pertenencias de mineral plomizo, cuya riqueza era desconocida por sus habitantes".
Fue él quien dio un nuevo y gran impulso a la industria minera que se encontraba abandonada. Los más de doscientos operarios que estaban repartidos entre las diversas minas, dan una idea del esplendor de esta actividad, que, desgraciadamente, no duró muchos años.