Esta acción busca concienciar a la población sobre la importancia de tener un comportamiento cívico en la vía pública y así ahorrar un sobrecoste en el mantenimiento y limpieza de las calles
El Ayuntamiento de Eivissa ha dado un paso adelante en su compromiso de eliminar los chicles de los suelos de la ciudad, y ha comenzado a construir sus propias papeleras para chicles con plástico reciclado e impresoras 3D. Hasta la fecha ha repartido ya unas 15 papeleras en distintos puntos estratégicos del municipio, en una iniciativa pionera que utiliza plásticos reciclados para su impresión.
La retirada de un chicle pegado en el suelo de la ciudad supone un coste de aproximadamente un euro por chicle. Se calcula que en la ciudad de Eivissa hay unos 600.000 chicles en el suelo, por lo que su limpieza supone un coste de 600.000€. Para evitar que los ciudadanos sigan tirando estos residuos en el suelo, y tras realizar varias campañas de concienciación, se pone en marcha esta nueva iniciativa y ya se han repartido estas papeleras en puntos estratégicos, como en la salida de colegios, institutos o centros deportivos, así como en las grandes avenidas o calles más transitadas. De esta manera se espera reducir el número de chicles que se tiren al suelo en la ciudad, y por lo tanto reducir también el coste asociado del servicio de limpieza, aparte de conseguir tener unas calles más limpias.
Las medidas contra este residuo empezaron el pasado mes de febrero cuando el consistorio incorporó al servicio municipal de limpieza varias máquinas que permitían eliminar más fácilmente este pegajoso residuo. Ese mismo mes se instaló una papelera de chicles en la Avenida Ignasi Wallis a modo de prueba piloto, y su éxito ha sido lo que ha llevado al Ayuntamiento a tomar la iniciativa de construir, mediante sus propias impresoras 3D, sus propias papeleras. La producción de cada papelera conlleva 24 horas de impresión. El Ayuntamiento confía en que esta nueva medida ayude a mantener todas las calles más limpias y así tengamos una Eivissa mejor.
Por su parte el concejal de Medio Ambiente Jordi Grivé ha señalado que “esta iniciativa es positiva en todos los sentidos: por un lado damos uso a unas impresoras 3D con las que contaba el Ayuntamiento y que estaban infrautilizadas, por otro lado utilizamos materiales reciclados para la impresión, y por último en tan sólo 24h somos capaces de producir una nueva papelera, que a su vez contribuirá a reducir el número de chicles en la ciudad”.